Convocatoria


Producción ejecutiva:

Susana Harp

Asesoría temática:
Carlos Galindo Leal

Ingeniero de grabación y mezcla: Álvaro Chávez

Masterización
:
Ismael Palazuelos

Grabado en:

Estudio Xquenda

 


Popocatépetl / Puebla
Foto: Javier Hinojosa


Colibrí Pico Ancho
Foto: Victor Hugo Luja


Chiles
Foto: Diana Kennedy


Foto: Blanca Charolet


Xololtzcuintle
Foto: Carlos Galindo Leal


Ajolote mexicano
Foto: Miguel A. Sicilia


Manatí del Caribe
Foto: Carlos Javier Navarro


Chajul, Chiapas
Foto: Miguel A. Sicilia


Lirio Acuático
Jaime Raúl Bonilla Barbosa


Zorrita del desierto
Rurik Hernán List Sánchez

 

El Llamado
Cantos y cuentos por nuestra naturaleza

Tú y yo somos parte de la delgada capa de vida del planeta Tierra. Este frágil envoltorio es tan singular que aún no hemos encontrado nada remotamente similar en la gran cantidad de sistemas solares y sus planetas descubiertos en el universo. La vida en la Tierra, hasta donde conocemos, es un proceso muy especial… que no se da en maceta.

 Y tú eres parte de mí

Este asombroso manto es como un gran sarape tejido con millones de hilos distintos que se entrelazan de manera compleja y mantienen las características y propiedades del sarape: sus colores y matices, su textura, su olor, su calor. Los hilos son la enorme diversidad de seres que vivimos en el planeta: microorganismos, hongos, plantas y animales, incluyéndonos como especie humana.

Todos los hilos nos entretejemos de dos maneras. En primer lugar ¡todos somos parientes! Así es, las más de dos millones de especies registradas hasta la fecha que habitamos el planeta compartimos parientes, lejanos y cercanos, formando  una gran familia. Todos provenimos de los diminutos y sencillos organismos que un día originaron la vida en este planeta. Somos parientes de hongos, bacterias, plantas, peces, reptiles, anfibios, aves… y no se diga de los mamíferos.

 Manatí

En segundo lugar, todos los seres vivos construimos y renovamos nuestro cuerpo día a día con materiales y energía que obtenemos de nuestros parientes. Leche, carne, huevos, ensaladas, semillas y frutas que comemos todos los días, son alimentos sin los cuales no sobreviviríamos. Ellos nos proporcionan proteínas, azúcares, grasas y vitaminas que nos permiten crecer y mantenernos sanos. Asimismo, los microorganismos, los hongos y todos los animales, obtienen estos materiales de otros seres vivos. Por otro lado, las plantas verdes son las fábricas vivas que capturan la energía del sol y la transforman en energía química. Gracias a este impresionante fenómeno llamado fotosíntesis, que inventaron las plantas hace millones de años, todos sus parientes nos beneficiamos al tomar de ellas la energía que capturaron del sol.

Este inmenso y colorido sarape conocido como biosfera (la capa de la Tierra en donde existe la vida), nos puede parecer muy grueso y resistente. En su intrincado tejido,  encontramos vida desde en las trincheras marinas a diez kilómetros de profundidad,  hasta fabulosas aves volando a más de  ocho kilómetros de altura. Sin embargo, la vida se concentra en una fina capa de la Tierra que mide solamente unas cuantas decenas de metros.

 Las jícaras de agua

A pesar de ser parientes y de que todos requerimos materia y energía para mantenernos, los seres vivos somos muy distintos. Muchos de ellos podrían ser candidatos elegibles a algún papel en una película de ciencia ficción. De hecho, algunos de mis amigos, lo son. Actualmente, los científicos han registrado alrededor de 2 millones de especies, pero consideran que puede haber alrededor de 10millones o más en el planeta. Estos incluyen desde la gran diversidad de bacterias, protozoarios, algas y hongos de una sola célula que viven minutos en tan sólo una insignificante gota de agua, hasta la gigantesca ballena azul de entre 20 y 25 metros con más de 150 toneladas de peso, que vive entre 8090 años, y atraviesa medio planeta durante sus migraciones.  Cada uno de estos seres vivos es un bello, maravilloso e irremplazable hilo de nuestro sarape. Tan solo acuérdate de los pequeños colibríes,que pesando unos pocos gramos, pueden hacer increíbles piruetas en el aire, presumiendo un plumaje inigualable. Además son responsables de la polinización de muchas flores que se convierten en frutos y dan continuidad a las poblaciones de plantas, de las que muchos nos beneficiamos.

 Tortuga marina 
 Fandanguito volador
 La primavera *cuento

En México hemos sido afortunados ya que por la ubicación del país en el globo terrestre, sus enredadas montañas, diversidad de mares e islas y grandes penínsulas, así como la compleja historia natural del continente, somos uno de los cinco países con mayor diversidad de especies. Aquí vive alrededor del 10% de las especies del mundo: ocupamos el segundo lugar en reptiles, el tercero en mamíferos, el quinto en anfibios y en plantas vasculares y el onceavo en aves. Somos el centro de diversidad de cactos, pinos, magueyes, encinos, y víboras de cascabel, entre otros grupos.

 Yuya, la calandria acahualera

Por si fuera poco, muchas de las especies solo viven en México, es decir son endémicas. Habrás oído de la vaquita marina, del ajolote mexicano, del teporingo, de la mariposa esperanza, del charal de Alchichica, de la chara enana, del maíz perenne, del cacto cabeza de viejo, y del tetecho, entre muchas otras especies endémicas. Su porcentaje en el país es realmente alto; ahí te van unos ejemplos: arañas y alacranes: 31%; sapos, ranas y salamandras: 48%; lagartijas, serpientes, tortugas y cocodrilos:57%; mamíferos: 30%; coníferas: 54%; pastos y palmeras (monocotiledóneas): 44%; y magnolias y margaritas (dicotiledóneas): 53%. La distribución de estas especies puede estar restringida a tan sólo a un lago, un río, una montaña o una selva, y por eso son muy frágiles y especiales.

 Xólotl *cuento
 Ajolote mexicano

En México también viven y conviven una gran diversidad y riqueza de culturas humanas que le dan matices espectaculares al hermoso sarape. Nuestros pueblos originarios son los creadores de la gran variedad de plantas domesticadas como el maíz, amaranto, calabaza, chile, frijol, vainilla, cacao, jitomate, tomate, camote, algodón y girasol, entre muchas otras, y de algunos animales como el singular guajolote y el magnífico e inconfundible perro xoloizcuintli. El proceso de domesticación y la gran diversidad de estos cultivares se debe a la cuidadosa y constante aplicación de los conocimientos y tradiciones de estas milenarias culturas que continúan siendo aplicadas año con año por los campesinos de hoy en día durante cada temporada de siembra. Son productos vivos que se transforman constantemente bajo su cuidado y que han beneficiado a todo el mundo.

 Ximena y el maguey *cuento
 ¡Qué fiesta tan chipocluda!
 El enigma del Xolo

Sin embargo, debido a nuestra falta de cuidado, el sarape se está deshilachando. Ha perdido gran parte de sus colores, de su textura, de sus olores, y lo más importante, de sus funciones. Nuestra especie, a pesar de considerarnos los más inteligentes del planeta, hemos ido descuidando mucho nuestra relación con estos parientes a tal grado que somos los indiscutibles causantes de la desintegración del sarape.

Sin ni siquiera pensarlo, los seres humanos desperdiciamos y ensuciamos el agua que bebemos, hogar de miles de plantas y animales únicos. Nuestra basura va a parar a ríos, lagos y hasta el mar, contaminando lugares muy apartados de donde vivimos y habitados por otro seres vivos. Con nuestros vehículos y fábricas ensuciamos el mismo aire que respiramos. Destruimos lugares inigualables con toda su variedad de vida, a la que le llevó millones de años desarrollarse, por no tener cuidado al crear potreros para vacas y campos agrícolas cubiertos de fertilizantes e insecticidas, al construir grandes presas y carreteras por donde quiera, y al permitir el desordenado crecimiento de pueblos y ciudades. Introducimos especies de otras regiones como lirios acuáticos y peces limpiapeceras, plantas y animales que se vuelven invasores y causan graves problemas a las especies nativas, las depredan, les transmiten enfermedades, compiten con ellas y destruyen su hábitat.

 Especies invasoras

Consumimos demasiado y desperdiciamos demasiado. Cuando en México éramos muchos menos habitantes, el ambiente se podría recuperar si se dejaba descansar, pero actualmente ya rebasamos los112 millones de habitantes en el país y los 7 mil millones en el planeta. A lo anterior, debemos agregar que nuestro impacto ya no es local, afecta de manera importante el clima de todo el planeta.

Debido a nuestras actividades, la calidad del ambiente disminuye para nosotros mismos y para todos nuestros parientes: plantas, animales, hongos y microorganismos. Familiares que lejanos o cercanos, han formado parte de la trama viva del sarape mucho antes que nosotros y a los cuales les debemos el aire, el agua, el suelo, los nutrientes, la energía y todos los productos que usamos día a día.

Afortunadamente, tú y yo podemos reparar los daños al tejido y recuperar al sarape del que somos parte. El primer paso es dejar de hacer daño. Para esto, es necesario conocer a a la naturaleza y reflexionar sobre nuestra relación con el ambiente. A pesar de que inconscientemente nos sentimos cada vez más separados de bosques, selvas, ríos, lagos, es tan solo una ilusión causada por la vida artificial que hemos creado a nuestro alrededor. Dependemos del agua, del aire, de la tierra y de los organismos con los que compartimos el planeta. Somos parte de ellos y ellos son parte de nosotros. Respiramos el mismo aire, bebemos la misma agua y comemos los mismos alimentos no solo provenientes de los seres vivos con los que vivimos actualmente, sino de los que vivieron antes y de los que vivirán después.

Tú y yo podemos decidir diariamente si desperdiciamos o ahorramos el agua, si contaminamos o no el aire, si producimos excesos de basura o reciclamos, y si apagamos la luz cuando no la necesitamos.

 El son de las Erres

Al hacerte consciente de estos lazos de parentesco que tenemos con los seres vivos y de nuestra dependencia con los que existen, existieron y existirán, los valorarás y los respetarás un poco más y pondrás atención en los árboles, flores, pájaros y mariposas y otros seres vivos que todos los días te acompañan. Conoce y cuida la naturaleza y participa en recuperar y entretejer diariamente el grandioso sarape que es la vida en la Tierra. Pon atención y escucha el llamado.

El llamado
Carlos Galindo Leal
Director General de Comunicación de la Ciencia
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad

el llamado